Y sí, digan lo
que digan, somos predecibles, esperables, se nos conoce, como lo queramos
llamar. Y es que, a lo largo de la historia se ha estudiado al ser humano desde
sus comportamientos, pensamientos y actitudes.
Primero fue una teoría acerca del cuerpo humano adoptada por
los filósofos y físicos de las antiguas civilizaciones griega y romana. Y que
desde Hipócrates, se instaló en Europa, hasta la llegada de la medicina moderna
a mediados del siglo XIX. En esencia, esta teoría mantiene que el cuerpo humano
está compuesto de cuatro sustancias básicas, llamadas humores corporales: sanguíneo, bilis negra, bilis amarilla
y flemas. Con la medicina moderna se descartaron radicalmente y cayeron en el
olvido. Cuando S. Freud comenzó su práctica, el análisis de la personalidad
tornó más complejo y sutil. Más tarde, aparecieron el Eneagrama con sus 9
eneatipos, cuya estructura y explicación merecería, mínimo, un extenso
artículo. Y en la sombra, las empresas requerían de estudios de personalidad,
no sólo para analizar los perfiles internos de sus profesionales, sino los de
sus clientes. Así que, llegaron la batería de test llamadas DISC, MBTI,
Insight, con un largo etc. Si juntáramos todas, vendrían a resumirse en 4
básicas, por supuesto, con tantos matices como variedad de colores tiene un
arcoíris, y no son sólo siete. Y si no, que se lo pregunten a las mujeres, que
distinguimos entre un azul pavo, índigo, celeste, marino, etc.
Si las
personalidades son cada una diferentes e inherente a un solo individuo, cómo es
posible que podamos predecir tipos de comportamientos ¿?
Pues porque, más
allá de las particularidades de cada uno, hay unas generalidades que
compartimos.
Hablaré de cuatro
colores básicos, de cuatro temperamentos, de cuatro personalidades, como desees
llamarlo; ya te estoy dejando elegir. Y con esta acción, ya estoy definiendo mi
color, y si el que lee esa apertura de elección y se pone nervioso, también se
define, y si leyéndolo piensa que hay poco rigor, también sabría decir qué
color es; y si le parece simpático y quiere seguir leyendo, también puedo decir
ahora mismo qué color o tipo de personalidad es más probable que sea. Tan
sencillo?? Pues… Sí!! Así de sencillo podemos saber quiénes somos, quiénes son
y cómo se van a relacionar con nosotros a la hora de interactuar, en una
reunión o en una compra-venta.
Lo mejor de todo
es que, ningún estilo es mejor o peor que otro, porque todos pueden llegar a
ser tan malos o tan buenos como la gestión del mismo sea. Si nos dejamos
“poseer” por nuestro color, estaremos perdidos!!
Comencemos a
definirlos:
Rojo - Colérico. Estilo dominante. Centrados en el Qué. Son
personas apasionadas en todo lo que hacen, dicho de paso, están inmersas en
Hacer. Es raro verlos sentados sin hacer nada, aunque esa es la manera que
deben usar para equilibrarse y seguir centrados. Se mueven por objetivos
claros. Tienen visión de futuro, de negocio. Son líderes natos. Quieren las
cosas para “antes de ayer”. Son pragmáticos, son directos y por eso pueden
resultar “agresivos”. Necesitan poco para tomar decisiones. Les encanta
“aparecer bien en la foto”, se les ve llegar. Tienen agendas imposibles,
repletas de actividades sociales con un fin, y se rigen por el éxito. Su miedo
fundamental es el fracaso, ya que se mueven por retos. Ejemplo de país rojo:
USA.
Amarillo - Sanguíneo. Estilo influyente. Centrados en el Quién
y Cómo. Persona divertidas que gestionan como nadie los equipos, porque saben a
quién le tienen que pedir las cosas y cómo hacerlas para que el otro lo haga y
con una sonrisa. Les encanta disfrutar y socializar, también disponen de
grandes agendas, pero su fin es el pasárselo bien, no persiguen otra cosa.
Generan buen ambiente. Son vitalistas y necesitan variedad de estímulos. No los
contrates para hacer seguimientos o para el detalle; les encanta variar de
actividad cada poco tiempo y se aburren con facilidad. Son creativos,
influenciables, emocionales y simpáticos. Su miedo fundamental es el rechazo.
Ejemplo de país amarillo: España.
Verde - Melancólico. Estilo estable. Centrados en el Para Qué. Son
conciliadores, comprensivos, leales, discretos, organizados . Les gusta tener
las cosas controladas, para su tranquilidad. Metódicos. Les encanta gestionar
su tiempo, para su tranquilidad. Detestan los imprevistos. Prefieren que les
avises con tiempo de los cambios. Su miedo es la inseguridad. Ejemplo de país
verde: China.
Azul - Flemático. Estilo Analítico. Centrado en el Por Qué, lo
buscan incansablemente. Así que, se forman en cualquier cosa, aunque en un
principio no le vean rentabilidad (Ejem.: estudian danés, por el mero gusto de
aprender un idioma nuevo, no porque trabajen para una empresa danesa o vayan a
irse a vivir allí). Necesitan que las explicaciones estén bien argumentadas y sean
numerosas (a diferencia del rojo, que con tres, le es suficiente; el azul
necesita muchas y desde el origen). A nivel relacional suelen ser fríos o poco
empáticos. Son cuestionadores, prudentes, y cuando hablan, suelen ser
escuchados, por ese número interminable de razonamientos que dan. Ordenados,
orientados al proceso/procedimiento y a la calidad del contenido. Para todo
usan un excel. Su miedo es el conflicto. Ejemplo de país azul: Alemania.
Desde estos 4 temperamentos/colores, puedes relacionarte con
los demás, sean equipo, o sean clientes, sean jefes o familia, sean amigos o
conocidos; porque el “modus operandi” es genérico.
Lógicamente, hay perfiles profesionales que son más
adecuados para ciertas actividades. En el sector financiero nos encontramos más
azules y verdes, en cambio en marketing, es más fácil encontrar amarillos.
Si en tu equipo de 5 personas, hay 2 rojos, entrarán en
rivalidad para destacar frente a ti. Si hubiera 2 amarillos, puede aparecer el
caos. Si hay 2 verdes, la parálisis por el análisis está servida. Si hay 2
azules, los procedimientos para cada acción por pequeña que sea, estarán
presentes. Así que, equilibra bien a tu equipo.
Si tienes un cliente azul o verde, por favor, indicadle la
cita con anterioridad y por e-mail, lo prefieren al tlf. Dadles espacio de
reflexión y argumentos como si estuvierais defendiendo una tesis doctoral.
Si tienes un cliente rojo o amarillo. Socializa con él,
llámalo o visítalo, antes de enviarle un mail. Muéstrale los beneficios y ve al
grano, prefieren evitar los rodeos.
Con estas indicaciones ya puedes clasificar a tu
interlocutor y te será más fácil relacionarte con tu interlocutor. Si necesitas
más, puedes contactar con nosotros.