Un Viaje llamado Coaching

¡¡Rediseña tu Presente, para conseguir tu Futuro!!

viernes, 4 de diciembre de 2015

Análisis de Producto con la Ventana de Johari

La Ventana de Johari aporta información en el ámbito en la que la apliquemos.
Es una herramienta de psicología cognitiva que pretende ilustrar el proceso de dar y recibir feedback. Es una herramienta imprescindible en el proceso de conocernos a nosotros mismos en la fase de análisis de nuestro plan de branding personal para así averiguar lo que piensan sobre nuestros comportamientos, actitudes y pensamientos. Con la información que nos proporciona esta herramienta, podemos reflexionar sobre nuestras relaciones interpersonales y hacer frente a aquellas dificultades de comunicación de nuestro entorno.
Sin embargo, no sólo podemos aplicarla en el ámbito personal o de equipos, sino también con la intención de obtener información y para un posterior análisis de un producto.
La Ventana se basa en 4 cuadrantes, es decir, en las 4 partes que podríamos dividir una ventana normal.
Si lo hacemos analizando un producto, en lugar de una persona o equipo, nos da:
Zona abierta=> Un producto es lo que es.
Zona oculta=> Lo que cree que es.
Zona ciega=> Lo que los demás piensan que es.
Zona desconocida=> Utilidades que aún no hemos descubierto.

Y es aquí donde la habilidad comercial se presenta, es aquí donde podemos aportar el valor añadido, es aquí donde nos diferenciamos, es aquí donde el marketing entró para quedarse, ligado íntimamente a ventas.

Desde mi experiencia como profesional experta en áreas comerciales y de emprendeduría, sin un buen análisis desde el Ventana de Johari o desde el Mapa Emocional del Método Canvas (otro día escribiré sobre su aplicación); es difícil posicionar el producto, ni siquiera, saber que el producto es viable.
Qué es, qué creemos que es, qué es lo que los demás se llevan del producto, lo que ven, y qué es lo que podemos llegar a ser, forma parte del ABC de un buen comercial, de un buen consultor. Conocer el producto, no es suficiente. Qué valor diferenciador con respecto a otros, aporta el tuyo ¿?
Hoy en día, a los clientes no les vendes, sino que… Ellos te compran. Y te compran porque el punto de unión, la manera en la que has presentado el producto, el foco, lo has puesto en algo que él percibe como valioso. Ese punto de unión de conexión es el que logras aplicando la Ventana a tu producto.
La siguiente pregunta que nos hacemos es: Cómo puedo saber qué es lo que el otro percibe como valioso ¿? Sólo hay una respuesta: Escuchando!
Más allá de esta cualidad escasa en nuestros días, a veces, no hace falta ni siquiera escuchar, sino analizar las tendencias.
Entonces…, tenemos que analizar las tendencias ¿? Rotundamente sí. Y no sólo eso, sino, Ser Tendencia.
L@s blogers se han hecho famos@s sólo por hacerse fotos con prendas de vestir, han creado tendencia, y a raíz de ahí, han generado su propio producto por el que cobran sumas astronómicas. Su producto es crear tendencia!
Resumiendo:
1-    conocer qué es el producto, qué cree que es, qué perciben los demás sobre él y qué puede llegar a ser para alguien.
2-    escuchar al cliente si tenemos la oportunidad de estar con él. Yo aprovecharía el hacer una Ventana de Johari para estar cerca del que creo que es potencial cliente para descubrir con él, cuánto puede aportar el producto. Manteniendo una postura aperturista y de escucha activa, con respecto a lo que describe/percibe. Toda información es positiva, aunque no se esté de acuerdo con ella.
3-    analizar tendencias. Qué es lo que está de moda, qué le interesa a las personas en general, sin discriminación de target. Por ejemplo, si actualmente somos una sociedad visual; la presentación de producto, los colores, el embalaje, van a influir en la decisión de compra. Si lo que se promueve socialmente es la “felicidad” y “facilidad” y nuestro producto es complejo de utilizar, estaremos reduciendo nuestro público objetivo.
4-    convertirnos en tendencia. Es lo que hizo Coca Cola. Identificar cuáles son las cosas por las que las personas nos movemos, y son muy sencillas: salud y bienestar. Eligió bienestar, que podemos traducir en serenidad o en alegría. Coca Cola eligió alegría, vitalidad, etc. Se convirtieron en tendencia y siguen siéndolo.

Desde estas reflexiones, ya sabes cuál es la Ventana de tu Producto ¿?
  

martes, 17 de noviembre de 2015

Toma decisiones conscientemente

La necesidad de tomar decisiones, a veces tan difíciles como la que atormentaba a Hamlet y que Shakespeare inmortalizó en su conocido monólogo, no es patrimonio exclusivo de la raza humana. Todos los seres vivos que poseen un repertorio de conductas diversas han de elegir entre varias posibilidades. Y a medida que la complejidad de los organismos va aumentando en la escala evolutiva, la toma de decisiones adquiere complejidad y dificultad.
La toma de decisiones es uno de los procesos más difíciles a los que se enfrenta el ser humano. Siempre hay que tener en cuenta que cada persona afronta la resolución de problemas de una forma diferente, basada en su experiencia y su historia de reforzamiento. Tenemos en cuenta que la vida completa está llena de decisiones, desde el mismo momento de iniciar el día que tenemos por delante.
Continuamente, las personas deben elegir entre varias opciones aquella que consideran más conveniente. Es decir, han de tomar gran cantidad de decisiones en su vida cotidiana, en mayor o menor grado importantes, a la vez que fáciles o difíciles de adoptar en función de las consecuencias o resultados derivados de cada una de ellas.
Hay modelos clásicos de cómo se toman las decisiones y existe un esquema básico de resolución de problemas (D´Zurilla, Goldfried, 1971) que plantea como hacerlo de forma efectiva y se ha incorporado a la terapia cognitivo conductual con todos los méritos (Nezu, 2004).
La calidad de las decisiones tomadas marca la diferencia entre el éxito o el fracaso.
Ahora bien: ¿qué se entiende por decidir? Schackle define la decisión como un corte entre el pasado y el futuro. Langer y García Higuera; definen la decisión como la elección entre varias alternativas posibles, teniendo en cuenta la limitación de recursos y con el ánimo de conseguir algún resultado deseado. Como tomar una decisión supone escoger la mejor alternativa de entre las posibles, se necesita información sobre cada una de estas alternativas y sus consecuencias respecto a nuestro objetivo. La importancia de la información en la toma de decisiones queda patente en la definición de decisión propuesta por Forrester, entendiendo por esta "el proceso de transformación de la información en acción". La información es la materia prima, el input de la decisión, y una vez tratada adecuadamente dentro del proceso de la toma de decisión se obtiene como output la acción a ejecutar. La realización de la acción elegida genera nueva información que se integrará a la información existente para servir de base a una nueva decisión origen de una nueva acción y así sucesivamente. Todo ello debido a una de las características de los sistemas cibernéticos que es la retroalimentación o Feedback.
Decidir significa hacer que las cosas sucedan, en vez de simplemente dejar que ocurran como consecuencia del azar u otros factores externos. Esta habilidad ofrece a las personas herramientas para evaluar las diferentes posibilidades, teniendo en cuenta, necesidades, valores, motivaciones, influencias y posibles consecuencias presentes y futuras.
Esta competencia se relaciona con la capacidad de tomar riesgos pero difiere en que no siempre las decisiones implican necesariamente un riesgo o probabilidad de fracaso, sino dos vías diferenciales y alternativas de acción para resolver un problema.
Sin embargo, queremos ampliar nuestra visión y tener en cuenta otras variables que parecen obviarse en la toma de decisiones, como son la emoción desde la que se toma, el tipo de apego desde el que cada uno se relaciona con el medio y el proceso creativo del sujeto (para la generación de alternativas).
Identificación del problema. Problema detectado – Área u oportunidad de mejora:
Hemos creído siempre que se podían tomar decisiones de forma racional y objetiva, sin embargo, en los últimos años se está demostrando que no es así, y que influyen otras variables como el tipo de apego que predomina en nosotros, la creatividad que estemos dispuestos a generar y la emoción bajo la cual estamos en el momento de tomar la decisión. Estas son algunas de las variables, no todas, por supuesto.
Ana Muñoz, psicóloga y especialista universitaria en medicina psicosomática y psicología de la salud, dice que el “problema” es que se ha creído que la toma de decisiones podía ser alexitímica, que las opciones si estaban reducidas a dos ó tres la decisión era más acertada, y que el apego no influye en la toma de decisiones del profesional.
Si desde que nos levantamos, estamos tomando decisiones y nuestro trabajo en la empresa, fundamentalmente es tomar decisiones, debemos tener en cuenta, que los últimos estudios muestran que las decisiones son inconscientes, que existen múltiples factores que influyen en ellas y aunque queramos que sean objetivas, debemos aceptar que no lo son.
"La gente piensa que sus decisiones y opciones son la mayor parte del tiempo conscientes y racionales, en relación con sus deseos, intereses y motivaciones", explica Andrews. "El hecho es que la mayoría de nuestras decisiones en la vida diaria se realizan en un nivel inconsciente,  significa que son muy vulnerables a los intentos persuasión que se realizan en nuestra inconsciencia."

martes, 27 de octubre de 2015

Cómo gestionar un equipo con un objetivo claro

Hace ya un año, decidí cambiar de hábitos con respecto al tipo de publicaciones que hacía y a la frecuencia, y así dedicar este tiempo a la escritura de un libro. Desde la creatividad y en compañía de un magnífico equipo, generamos lo que hoy es ya una realidad virtual y en pocos meses, será una realidad en papel; un maravilloso libro lleno de nuevas técnicas de coaching, generadas desde la reflexión y el testeo con nuestros clientes y colegas. El resultado son 72 técnicas, en las que su mayoría es para realizar cambios individuales, sin embargo, hemos dedicado cinco de ellas a realizar cambios en equipos.  Son técnicas fáciles de utilizar, no sólo por los profesionales del sector, sino también para cualquier usuario que desee cambiar ciertos hábitos en su vida. El formato es absolutamente interactivo y está lleno de ejemplos y vídeos con los que poder aplicar fácilmente el cambio.

Para poder lograr esto, no sólo tuve que rodearme de un gran equipo multidisciplinar, donde cada uno era diferente y aportaba experiencias distintas; sino también, generar un contexto agradable de trabajo donde cada uno pudiera aportar lo mejor de sí, y en plena confianza, generando sinergias y complementariedad desde la diversidad.

Como la mente tiene un tremendo poder sobre el cuerpo, los dos no deben ser considerados de manera aislada; ideamos desde un principio, una serie de signos corporales que nos ayudaran a manifestar nuestra alegría, enfado, conformidad o acuerdo, con sencillez y desde el respeto. Signos corporales tales como pulgar derecho elevado, choque de palmas, abrazo de grupo, etc.
En cada uno de los encuentros de trabajo, no sólo estábamos los presentes, sino que parte del equipo estaba de forma virtual al residir en otras localidades del territorio nacional, haciéndose partícipe en cada momento por una pantalla sobre una mesa que podíamos girar con facilidad para que la interlocución fuera lo más cercana posible.

Por supuesto hubo momentos de estrés, que son fruto del resultado de interpretar situaciones y asociaciones que hacemos ante situaciones específicas. Aquí, nuestra baza mayor fue el humor y el situarnos fuera de la emoción, para lograr gestionar de una manera más respetuosa la situación y en ocasiones el conflicto.
La frase con la que habría cada una de las sesiones de trabajo era la misma:
“Estamos aquí para dar lo mejor y para decir las cosas con cariño y escucharlas desde el cariño; porque lo que nos decimos no es “personal” sino que es para avanzar y alcanzar lo que deseamos; escribir un libro original, interactivo y práctico”. El recordarlo cada vez que nos reuníamos el equipo de 15 personas, hizo que se interiorizara y se pusiera en práctica cada vez que fue necesario.
Si el objetivo está claro, todo lo que puedo aportar como profesional y como persona, es para alcanzar el resultado visualizado por todos de forma conjunta; así que, lo que exponga mi compañero, es para mejorar el resultado, no es para criticarme personalmente.


Permanecer vigilantes y  practicar la gratitud, el valor, la determinación, la compasión y la colaboración; rompe patrones y evita emociones que lastren las relaciones del equipo.


72 técnicas para hacer coaching