Un Viaje llamado Coaching

¡¡Rediseña tu Presente, para conseguir tu Futuro!!

lunes, 29 de agosto de 2011

Secuestro Amigdalar


La Amígdala, es un centro de control emocional situado en nuestro cerebro que se encarga de disparar una serie de procesos automáticos cuando percibimos un estímulo que nos informa de una situación de peligro.
A veces, nuestro control emocional dispara alertas que no son del todo ciertas, y que producen una emoción negativa (ejem.: parálisis, sudoración intensa, miedo, etc.) La posibilidad de que ocurra este arrebato emocional se debe principalmente a la intensidad de la emoción, que produce un pensamiento. Es el pensamiento que vamos a alimentar, en el que encontraremos argumentos para justificar nuestras acciones.
Cuando me preguntan, si primero fue el pensamiento y luego la emoción, mi conclusión es que primero es la emoción y luego la transformamos en pensamientos. La amígdala es el lugar donde se almacenan las emociones. Por eso los circuitos nerviosos que la conectan con las vísceras dan una respuesta somática, produciendo esa especie de opresión en la boca del estómago que, por ejemplo, avisa del peligro cuando se realizan actos arriesgados.
¿En qué consiste el Secuestro Amigdalario? Es una explosión incontrolada e imparable de furia verbal y/o física debida la anulación por parte de la amígdala de la actividad de los lóbulos frontales que poseen neuronas inhibidoras capaces de detener las órdenes enviadas por esta.
Hay que aprender a autorregular nuestras emociones, no para dejar de ser nosotros mismos sino para poder elegir cómo expresar mejor nuestros sentimientos, mostrarnos equilibrados y pensar con claridad aun en los momentos de mayor presión.
Casi todo el mundo ha sufrido en algún momento de su vida un amago o un completo secuestro amigdalar.
Es un estado de total enfado que invade los sentidos y que hace que se digan o se realicen acciones que en realidad no se quieren decir o hacer, pero resultan imposibles de evitar. Como si un resorte interno obligase al individuo a una vorágine de violencia, la mayor parte de las veces verbal (afortunadamente), pero totalmente imparable y siempre destructiva.
En resumen, antes de “explotar” es preferible tomar distancia de la situación estresante, al fin y al cabo, los principales beneficiados seremos nosotros mismos. Trabajemos nuestra inteligencia emocional, eliminemos nuestros impulsos violentos en situaciones de enfado y con nuestro ejemplo estaremos poniendo nuestro granito de arena para lograr un mundo mejor.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Cambia YA!!


Si el futuro no está en nuestras manos, el Presente SÍ!!

Después de mucho pensar y dar vueltas....lo tengo muy claro! Todo lo que Pienso-Siento-Hago ahora, hoy, es lo que puedo controlar.
Si hay una imagen que estoy viendo, y no me gusta, puedo dejar de mirarla.
Si la canción que escucho en la radio no es de mi agrado, cambio de cadena.
Si el pensamiento que me obsesiona desde que me levanto, sé que me está "minando la moral", sé que tengo la capacidad de cambiarlo, de sustituirlo por otro que me ayudará más a vivir el día feliz.

Y me pregunto....., si sabemos que tenemos esta capacidad..... Qué nos impide hacerlo?
Tenemos conductas masoquistas? Nos da miedo cambiar?
Yo diría, utilizando el refranero español, que nos decimos a nosotros mismos: "Más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer". Y entonces es cuando le decimos "adiós al cambio" al que nos está invitando ese ligero o intenso malestar que nos genera una imagen, una música, un pensamiento, una acción, etc.

Propongo, que por una vez, sólo una vez, seamos valientes y osados, y cambiemos un pensamiento, una acción; y que después de hacerlo....nos preguntemos, qué tal nos sentimos...??
Quizás..... más ligeros? más libres? mejor? más fuertes?

Cambia...., y Cambia ya!!

sábado, 20 de agosto de 2011

Optimista en Acción


Mahatma Ghandi, decía: “Tú y yo no somos más que una sola cosa y no puedo hacerte daño sin herirme”.

Como optimista en acción, necesito constantemente dar, repartir, sembrar bienestar allá donde voy.
Me hace feliz sentirme útil, sonreír, abrazar, besar, mostrar mi cariño, mi gratitud, potenciar lo positivo y fomentar la felicidad en las personas que me rodean. En definitiva, ser una constante sembradora de bienestar allá por donde voy, es para mí algo que no puedo dejar de hacer para ser feliz…

Y a tí....., qué te hace feliz??

miércoles, 17 de agosto de 2011

“Punto dulce”


Cuando he preguntado a mis clientes, cuáles eran las palabras que utilizarían para describir su éxito o “punto dulce” utilizaban: foco, repetir, constancia, objetivo claro, ensayo, error, perfeccionamiento,…
La práctica es un esfuerzo que persigue un propósito. Sus fases las resumo en:
1. Elegir un objetivo.
2. Ir a por él.
3. Evaluar la brecha que hay entre el objetivo y nuestras posibilidades de alcanzarlo.
4. Volver al paso uno.
El “punto dulce” perfectamente podría llamarse “agridulce”, al final los jugadores/nosotros, terminamos por desarrollar el gusto por la práctica intensa. Al principio no nos agrada, pero pronto, empezamos a tolerar la experiencia e incluso disfrutamos de ella.
Cultivar la habilidad, como ya hemos visto, requiere de una práctica intensa y constante. Pero esto no es algo sencillo de llevar a cabo, requiere energía, pasión y compromiso.

Hay unos principios universales que nos gobiernan a todos:
1. El talento requiere práctica.
2. La práctica requiere grandes cantidades de energía.
3. Determinadas señales activan enormes flujos de energía.

Si a todo esto sumamos sensaciones positivas, estaremos en la vía. Los pequeños éxitos no son paradas, sino escalones para seguir progresando.

Muchos pensareis que a este mecanismo le falta algo…. ¡Y es cierto! Falta el momento de arranque, de motivación, de encendido. Siempre se trata de una respuesta a una señal que llegó en forma de imagen: el éxito de un comercial de seguros, la victoria de un compatriota, el logro de superar un record… Señales simples y directas que activan nuestros disparadores motivacionales y canalizan nuestra energía y atención hacia una meta. Cuando tenemos el indicio, funciona como un disparador, es como encender el interruptor de la luz. La capacidad de conseguir algo ya está presente, pero la energía destinada a esa capacidad llega a través de los cables.

“Todo momento importante y exigente en los anales del mundo, es un triunfo de algún tipo de entusiasmo” (Ralph Waldo Emerson)

Mielina


Todo esto que voy a contaros, puede sonar como la descripción de una nueva neurociencia exótica. Pero por otro lado, es similar a un mecanismo que utilizamos todos los días: los músculos.
Este nuevo modelo demuestra que en los semilleros de talento se triunfa porque los alumnos lo intentan con más ganas que otros y de la manera correcta: practicando con intensidad y generando por tanto más mielina.
En palabras del doctor Fields: “las señales tienen que viajar a la velocidad adecuada y llegar en el momento preciso, y la mielinización es la forma que tiene el cerebro de controlar esa velocidad”.
En pocas palabras, lo que ocurre es lo siguiente: cada vez que realizamos una práctica intensa con un acorde de guitarra, o con una apertura de ajedrez, estamos instalando poco a poco una banda ancha en nuestro circuito, esto se traduce en una habilidad y una velocidad mayor.
El esfuerzo no es opcional. De hecho es un requerimiento neurológico para conseguir que el circuito de habilidad se active de un modo óptimo, a fin de que la mielina continúe funcionando adecuadamente. Después de todo, la mielina es tejido vivo.
Existen a modo de resumen 4 principios fundamentales:
1. La activación del circuito es fundamental. La mielina se construye para responder a acciones concretas, los impulsos eléctricos que viajan literalmente a través de las fibras nerviosas. La práctica intensa se alimenta de la consecución de lo que podríamos llamar un estado primitivo, un estado en el que estamos atentos, hambrientos, concentrados, incluso desesperados.
2. La mielina es universal. Una sola sustancia sirve para todas las habilidades. La mielina crece siempre de acuerdo con las mismas reglas y es meritocrática. A la mielina no le importa quién eres; le importa qué haces.
3. La mielina envuelve, sólo se produce en una sola dirección. Una vez que se aísla el circuito de habilidad, no puedes “desaislarlo” (excepto a causa de la edad o de una enfermedad). Esa es la razón por la cual los hábitos son tan difíciles de romper. La única manera de cambiarlos es construir nuevos hábitos a través de la repetición de nuevos comportamientos.
4. La edad es importante. La mielina se desarrolla más fácilmente en niños, hasta aproximadamente los cincuenta años, cuando el saldo comienza a inclinarse hacia las perdidas. Aunque es cierto que conservamos la capacidad de producir mielina durante toda la vida.
“La Excelencia es un hábito” (Aristóteles)

martes, 16 de agosto de 2011

La Conducta como Imagen


"La conducta es un espejo en el que cada uno muestra su imagen" (Goethe)
El primer problema al que nos enfrentamos para mostrar integridad, es la inconsciencia de muchos comportamientos que realizamos sin pensar. Hacemos cosas que hablan muy mal de nosotros y ni tan siquiera caemos en ello. Para ello, es importante revisar nuestros comportamientos.
Una buena medida consiste en repasar aquellos hábitos automáticos que realizamos a diario sin pensar:
¿Cómo entramos en la oficina?,
¿Cómo saludamos a la gente?,
¿Qué posición adoptamos cuando escuchamos a alguien?,
¿Dónde está nuestro móvil durante una entrevista?,
¿Qué es lo primero que hacemos cuando llegamos a casa?
Si este análisis nos refleja conductas disfuncionales, tenemos que desmontarlas, y sólo lo podremos hacer, tomando plena consciencia de lo que hacemos. Podemos sustituir un comportamiento nocivo por uno positivo, pero para hacerlo debemos actuar a conciencia hasta que el positivo haya sustituido al nocivo y podamos entonces dejar de fijarnos en él y darle la consideración de hábito.
Es decir, pasar de la Inconscientemente Incompetente, a lo Inconscientemente Competente, sin embargo, no podemos evitar el escalón de lo Conscientemente Incompetente y lo Conscientemente Competente.
Simplificando, una vez que analizamos nuestros hábitos, tomamos conciencia de lo que no va, no nos sirve, o podríamos mejorar (Consciente Incompetente); pasaríamos a los Consciente Competente, es decir, a elaborar nuestro propio plan de acción para cambiar nuestras conductas. En ese primer momento, es como aprender a conducir, pensamos que nunca nos haremos con tres pedales, la palanca de cambio, los coches que pasan a nuestro alrededor o las señales de tráfico, al mismo tiempo. Ya sabéis, es sólo cuestión de práctica!!
Y así llegaremos al momento en el que el coche nos ha llevado solos a nuestra casa, a nuestros trabajos, al cole, al supermercado, a nuestra ciudad de vacaciones, etc. Es decir, habremos interiorizado las nuevas conductas, y esta vez sí, esta vez son más adecuadas a lo que queremos transmitir.
"Nuestra conducta es la única prueba de sinceridad de nuestro corazón" (Charles T. Wilson)

jueves, 11 de agosto de 2011

Flow


El concepto de flow (en castellano podría traducirse como fluir o flujo) ha sido desarrollado por el psicólogo Mihalyi Csikszentmihalyi, quien lo ha definido como un estado en el que la persona se encuentra completamente absorta en una actividad, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unos a otros sin pausa.
Cuando fluimos no es que seamos felices, porque para experimentar la felicidad debemos centrarnos en nuestros estados internos, y esto distraería la atención de la tarea que tenemos entre manos. Sólo después de que se ha completado la tarea tenemos tiempo para mirar hacia atrás, considerar lo que sucedió, y es entonces cuando nos vemos inundados de gratitud por la plenitud de esa experiencia; es entonces cuando podemos afirmar que somos retrospectivamente felices.
Este estado de Fluidez o Flow produce un silencio interior en el cual se facilita la Flujogénesis Emocional para nuestro crecimiento interior. La Fluidez o Flow es una herramienta más para facilitar dicha Flujogénesis y el despertar de la conciencia, para ordenar nuestra energía psíquica, desechar lo superfluo y ser capaces de sentir La Verdad en nuestro interior, sea cual sea esa Verdad. Para desarrollar la intuición y responder a la Ecuación de Decisión desde nuestro saber interior. Para ello es importante organizar nuestra conciencia experimentando estados de fluidez, participando en la génesis de las emociones (flujogénesis eficaz), con la mayor frecuencia posible, introduciéndola incluso en las actividades más comunes y rutinarias y convertirlas en significativas y divertidas.
El Flow o Fluidez es ese estado en el que estamos tan inmersos en una actividad que somos capaces de parar, alargar o acelerar el tiempo, experimentando el tiempo cuántico.

La Felicidad es un trayecto


Un hombre de negocios de vacaciones, estaba en el muelle de un pueblecito caribeño cuando llegó un pequeño bote con un pescador. Dentro del bote había varios peces de buen tamaño.
El empresario elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó si había tardado mucho en conseguir aquella pesca. El pescador respondió que muy poco tiempo.
El empresario volvió a preguntar porqué no permanecía más tiempo y sacaba mas pescado. El pescador le dijo que tenía suficiente para satisfacer las necesidades de su familia, a lo que el empresario volvió a preguntar ¿Y qué hace usted con el resto de su tiempo?
El pescador dijo, "duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, echo la siesta con mi señora María, voy por las noches al pueblo donde tomo alguna copa y veo a mis amigos, tengo una vida "placentera y ocupada".
El empresario le replicó, vera, buen hombre, yo podría ayudarle.Debería emplear mas tiempo en la pesca y con los ingresos demás, comprar un barco mas grande, con los ingresos del barco mas grande podría comprar varios barcos y eventualmente tendría una flota de barcos pesqueros.
En vez de vender el pescado a un intermediario lo podría hacer directamente a un procesador y eventualmente abrir su propia procesadora. Debería controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Debería salir de este pequeño pueblo e ir a La Capital, donde manejaría su empresa en expansión.
El pescador entonces le preguntó, - ¿Pero, cuánto tiempo tardaría todo eso? A lo cual el empresario le respondió, "quizás entre 15 y 20 años"."¿y luego que?"El americano se río y dijo que esa era la mejor parte. "Cuando llegase la hora podría vender las acciones de su empresa. Se volverá rico, tendrá muchos millones."Ahhh, muchos millones. ..y; ¿luego que?" Dijo el empresario. "Con todo eso se puede retirar. Mudarse a un pueblecito en la costa donde podría dormir hasta tarde, pescar un poco, ocuparse de sus hijos, echarse la siesta con su mujer, acercarse por las noches al pueblo para tomar algo y hablar con los amigos".
El pescador respondió: "¿Y no es eso lo que tengo ya?"La felicidad, es un trayecto, no un destino.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Optimismo


¿Provocación? ¿Engaño? ¿Supervivencia?
La gente ha dado muestras siempre de un optimismo exagerado que la ha ayudado a soportar y superar las peores condiciones imaginables.
El optimismo lo podemos definir como una característica disposicional de personalidad, que media entre los acontecimientos externos y la interpretación personal de los mismos. Es el valor que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia.

La principal diferencia que existe entre una actitud optimista y su contraparte –el pesimismo- radica en el enfoque con que se aprecian las cosas: empeñarnos en descubrir inconvenientes y dificultades nos provoca apatía y desánimo.
El optimismo supone hacer ese mismo esfuerzo para encontrar soluciones, ventajas y posibilidades. Y quisiera resaltar esta última frase, ya que si empleáramos todo nuestro esfuerzo en buscar alternativas que puedan configurarse como soluciones, otra vida tendríamos todos.
En general, parece que las personas más optimistas tienden a tener mejor humor, a ser más perseverantes y exitoso e, incluso, a tener mejor estado de salud física. De hecho, uno de los resultados más consistentes en la literatura científica es que aquellas personas que poseen altos niveles de optimismo y esperanza (ambos tienen que ver con la expectativa de resultados positivos en el futuro y con la creencia en la propia capacidad de alcanzar metas) tienden a salir fortalecidos y a encontrar beneficio en situaciones traumáticas y estresantes.
La investigadora estadounidense Carol Dweck, también opina que el optimismo puede aprenderse. Considera que el optimismo está al alcance de todos con sólo adoptar lo que ella define como “mentalidad del cambio”. Tener conciencia de que somos personas cambiantes, que crecemos cada vez que nos arriesgamos a aprender algo nuevo y que el optimismo incrementa cuando uno se da cuenta de que es dueño de su destino. No es algo “innato”, que se “nace o no” con esa actitud, sino que puede “aprenderse”, como cualquier otra actitud.
¿Qué quieres cambiar hoy en tus pensamientos que te favorezcan en el optimismo? Recuerda que siempre puedes pedir ayuda.

Expectativas


La sociedad actual se ha convertido en un gran teatro. Hemos sido educados para comportarnos y actuar de una determinada manera, en vez de mostrarnos auténticos, honestos y libres. El ser coherentes con lo que en realidad somos y sentimos, es difícil de encontrar.
Recientemente, me decía uno de mis coachées, que no sabía muy bien qué quería o deseaba él. Se había acostumbrado tanto a cumplir las expectativas de la familia, los amigos, la sociedad…. Que al hacerle la pregunta, me dijo: . Solemos llevar una máscara puesta y con ella interpretamos a un personaje que es del agrado de los demás. Esta careta nos permite sentirnos más cómodos y seguros, sin embargo, con el tiempo, el precio a pagar es alto. Es la desconexión de nuestra verdadera esencia. Y en algunos casos, de tanto llevar una máscara puesta, nos olvidamos de quiénes éramos antes de ponérnosla.
Ayer, al formularle la misma pregunta, y ya pasados unos días, me dijo: .
Erich Fromm hablaba de la “patología de la normalidad”, sutil enfermedad que consiste en creer que…las cosas que la sociedad considera "normal" son lo "bueno" y lo "correcto" para cada uno de nosotros, por más que vaya en contra de nuestra verdadera naturaleza.
La autenticidad, el estar fuera de la norma, se considera mal visto, inapropiado, no exitoso, sin embargo, olvidamos que para cada uno de nosotros el éxito se entiende de forma diferente.
¿Qué deseo tienes tú?
¿Qué quieres conseguir tú?
¿Qué es bueno para ti?