¡¡Qué
sensación más “mala” o más “emocionante”!! ¿¿De qué depende que sea positiva o
negativa?? De ti.
De repente
esta mañana veo una información que me descoloca y que me hace tener una
sensación de vértigo, de pérdida de suelo, de inseguridad,…
Me paro y analizo:
¿Qué siento?: Palpitaciones. Sudoración. Calor en
la cabeza. Ganas de gritar. Necesidad de hacer una llamada y sentir que no
puedo hacerla.
¿Qué hago?: Me levanto de un salto de la silla.
Comienzo a caminar por la sala. Me agito nerviosa. Intento respirar
profundamente para calmar mi respiración.
¿Qué pienso?: ¿Cómo es posible que esto esté
pasando? ¿Qué solución tiene? ¿Qué voy a hacer? ¿Cómo voy a gestionarlo? Intento
pensar que no puede ser, sin embargo está escrito.
Espero no
ser la única a la que le ha pasado esto. Ya imagino que no.
Entonces, decido
hacerme varias preguntas:
1. ¿Es verdad lo que he leído? Escrito
está, sin embargo, ¿cómo se traduce realmente? ¿Cómo se interpreta?
2. ¿Estoy realmente segura?
3. ¿Cómo me siento?
4. Si me dieran la posibilidad de eliminarlo,
¿cómo me sentiría?
Es entonces
cuando vuelvo a tomar conciencia que, más allá de la realidad objetiva, está la
interpretación. Y que las construcciones-guerras-luchas, están en mi cabeza y son
las que provocan las emociones difíciles de manejar. Se retroalimentan, se
aceleran y se aumentan.
Y ahora...
¿quién lleva el control?
En cambio otras veces sólo queremos perder el control y dejarnos llevar por las circunstancias....solemos hacerlo en fines de semana, en vacaciones,... En ese momento sólo estamos deseosos de emociones nuevas, de sensaciones diferentes, mirar nuevos paisajes, conocer personas diferentes, leer noticias sorprendentes,...
Vuelvo a preguntar: ¿quién lleva el control?
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